Un buen día, después de muchos años de trabajo como documentalista y creadora de proyectos de comunicación, supe que había llegado el momento de darle un viraje a mi vida hacia una dirección que estuviera más alineada con mis intereses.

 

Me movía la idea de explorar el alma humana en todas sus dimensiones y encontrar un camino que le diera sentido a mi experiencia. Me encaminé hacia esa búsqueda. Devoré libros, asistí a conferencias y talleres, compartí saberes con mis amigos, tomé cursos online, exploré religiones y mitologías, y recorrí los caminos de la auto-ayuda y la psicología, hasta que un buen día decidí mirarme franca y escuetamente para entender que todo lo que buscaba había estado desde siempre dentro de mí, esperando pacientemente a que yo lo encontrara.

 

Cada camino que exploré puso en evidencia los obstáculos internos que comparto con todos quienes han tenido el valor de mirarse, cambiar y reinventarse: la duda, la desconfianza, las irremontables expectativas, el miedo paralizador y todas las trampas del ego. Los obstáculos actúan como filtros que opacan la luz y por eso es preciso removerlos. Tarea de titanes, para mí y para todos. Y, ¿qué tal si esta vez utilizaba la creatividad para encontrar un camino que me permitiera retirar los filtros que enturbiaban mi visión?

 

Decidí hacer un inventario de mis saberes y complementarlos con la formación específica de Coach. Con esta idea retomé a Jung, Campbell, el Eneagrama, la Teoría Integral,  los arquetipos y ‘El Viaje del Héroe’, y me certifiqué como Coach Transpersonal Profesional para crear y compartir un modelo de desarrollo personal que facilite la exploración, potencie el valor individual e integre la riqueza única de cada ser a la construcción de un mundo más amable y justo.

 

Hoy quiero compartirlo contigo.