Imagina una fotografía digital a la que le falta un pixel… por pequeño que sea, la imagen se verá fracturada e incompleta; o una alfombra a la que se le han caído algunas hebras, o un párrafo al que le faltan algunas palabras…  

 

En la arena de la playa, en los pixeles de una imagen digital, en los nudos de una alfombra o en las notas de una melodía hay un mensaje: En el TODO, cada parte tiene una función específica, única, útil; sin importar su color o condición, la belleza del TODO se expresa cuando todas y cada una de las PARTES se hacen visibles; en el sentido contrario, algo maravilloso ocurre: cada grano de arena contiene el secreto del universo… cada parte contiene – en su particular singularidad– la belleza, la esencia y la potencia del TODO.

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Este mensaje de la creación es válido también cuando hablamos de los seres humanos. El mejor regalo que podemos hacernos a nosotros mismos y el mayor servicio que le hacemos a la humanidad es vivir la vida desde aquello que nos hace únicos; cada uno de nosotros tiene dones, cualidades, características, experiencias, visiones, mundos y sueños que dan sentido a nuestra existencia y que enriquecen la experiencia humana. La tarea gozosa es descubrirlos, reconocerlos, abrazarlos y expresarlos; hacerlo nos trae felicidad genuina y permite que se manifieste, a través de nosotros, la fuerza creadora –invisible y trascendente– en la realidad que percibimos.

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El Desarrollo personal integral es un viaje interior que propone caminos y herramientas para equilibrar y  enriquecer las distintas facetas de  nuestra vida. La tarea se lleva a cabo con la conciencia de sí mismo y la responsabilidad personal, la exploración de la propia historia, el reconocimiento de los dones, la definición de los propósitos, el auto-cuidado y la aceptación del poder que cada quien tiene sobre su vida.

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El modelo se cimenta en los conceptos del Coaching Transpersonal;  utiliza además las estructuras narrativas y dramáticas de la ficción y de la no-ficción para descubrir y expresar aquello que nos hace únicos.  Desde este punto de partida, propone un conjunto de prácticas, ejercicios, y descubrimientos que abarcan los ámbitos corporal, reflexivo, creativo y espiritual,  que permiten la creación y desarrollo del proyecto de vida.

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